Cumplimiento normativo (RETIE):

Están diseñados para cumplir con el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE), lo cual es obligatorio en Colombia para garantizar la seguridad eléctrica.

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Seguridad contra incendios:

No utilizan aceites inflamables, lo que reduce significativamente el riesgo de incendio. Esto es clave en ciudades ciudades densamente pobladas como Bogotá, Medellín o Cali.

Instalación en interiores:

Ideales para hospitales, centros comerciales, colegios y edificios, donde no se permite el uso de transformadores en aceite por restricciones de seguridad o ventilación.

Bajo mantenimiento:

Al no requerir revisiones de aceite ni sistemas de refrigeración líquida, disminuyen los costos operativos y las intervenciones técnicas.

Resistencia térmica:

El aislamiento clase H soporta hasta 180 °C, lo que es útil en regiones cálidas como la Costa Caribe o zonas industriales con alta carga térmica.

Reducción de contaminación:

Al no contener líquidos, evitan riesgos de derrames o contaminación del suelo y aguas subterráneas, algo relevante en zonas ambientalmente sensibles.

Mayor vida útil en ambientes controlados:

En instalaciones limpias y con buena ventilación, pueden tener una vida útil prolongada sin degradación significativa.